Muchos de los mediocres políticos que han despilfarrado, que han gastado sin control en todo tipo de chorradas, que han dilapidado las arcas públicas, que han alimentado las duplicidades, los cargos a dedo, que han utilizado las recalificaciones del suelo y los pelotazos urbanísticos para gastar en obras faraónicas o sin sentido, vuelven a poner en el punto de mira a los funcionarios y a los servicios públicos.
Sus recetas son sencillas: recortes de salarios, eliminación de complementos, amortización de plazas... .